Aceite de oliva Es Rafalet.

Una familia, una historia

El aceite de oliva Es Rafalet es un aceite de oliva virgen extra, de la más alta calidad, elaborado con aceitunas de la variedad Arbequina y con denominación de origen Oli de Mallorca. Se produce en la finca Es Rafalet.

Es Rafalet es una antigua possessió situada entre Artá y Son Servera. Su nombre proviene de un Rafal, una antigua torre de vigía árabe, que aún hoy en día destaca en la silueta de la possessió. La finca pertenece a la familia desde 1850, aunque sus orígenes son muy anteriores.

Siempre fue una explotación dinámica, con actividad agrícola ganadera, muy innovadora y acorde a cada época que le ha tocado vivir. Los miembros más antiguos vivos de la familia todavía nos cuentan con emoción la gran actividad que tenía la finca. La ganadería se combinaba con la producción de aceite, que era procesado en la tafona de piedra que todavía conserva la casa.

Pero además, Es Rafalet forma parte de nuestra identidad y nuestra esencia más profunda. Por eso cada miembro de la familia a lo largo de varias generaciones se ha implicado personalmente en mantenerla viva. La ilusión de dejar el testigo de un proyecto vivo a la nueva generación familiar nos impulsó a recuperar otra vez vida de la finca, y con ella su espíritu más puro a través de la producción de aceite.

Hace cuatro años apostamos por recuperar las marjades en las que antiguamente se sembraba la alfalfa para alimentar a más de 400 vacas frisonas y para ello se sembraron 800 nuevos olivos de la variedad arbequina. El olivar rodea la casa en una tierra productiva y fértil, protegida de las inclemencias del tiempo, y en una zona con un clima muy adaptado para el cultivo de este tipo de olivos, todo pensado para que día a día los árboles crezcan en las mejores condiciones.

En este cuarto año se han llegado a producir un poco menos de 3.000 litros de aceite de oliva virgen extra con denominación de origen de 0,1 de acidez , con unas características organolépticas que le imprimen un carácter sorprendente y con personalidad. Los olivos estarán en máxima producción dentro de unos 4-5 años, aunque ese no es nuestro objetivo. Buscamos la excelencia en la calidad de la producción sobre cualquier otro parámetro.

La ilusión y el trabajo bien hecho es lo que marca este proyecto familiar, en el cual están implicados todos los que intervienen en él. Desde la persona que labra la tierra hasta el propio comprador o el trabajador de la tafona que descarga cada día la aceituna recogida horas antes, que cree en nosotros porque está convencido de que ha ayudado a producir o ha comprado un pequeño tesoro.